Cómo Pulir suelo Hidráulico a mano
Si tienes un suelo hidráulico en tu casa o negocio, sabrás que es un tipo de pavimento muy bonito y resistente, también llamado baldosas hidráulicas, pero que también se desgasta y pierde su brillo con el tiempo. Para evitar que esto ocurra, es importante que lo pulas y lo abrillantes periódicamente, para que recupere su aspecto original y su belleza.
Materiales y herramientas necesarios para pulir el suelo hidráulico a mano
Para pulir el suelo hidráulico a mano, solo necesitas los siguientes materiales y herramientas:
- Un cubo de agua
- Un jabón neutro o un detergente suave
- Un trapo o una esponja
- Una lija de grano fino o medio
- Un paño de algodón o una gamuza
- Una cera natural o un aceite vegetal
Pasos para pulir el suelo hidráulico a mano
Pulir el suelo hidráulico a mano es muy fácil, solo tienes que seguir estos pasos:
- Limpia el suelo hidráulico con agua y jabón, para eliminar el polvo, la suciedad y las manchas que pueda tener. Usa un trapo o una esponja humedecida en la mezcla de agua y jabón, y frota el suelo con suavidad, sin dejar zonas sin limpiar. Enjuaga el trapo o la esponja con frecuencia, para que no se ensucie demasiado. Si hay alguna mancha más resistente, puedes usar un cepillo de cerdas suaves o un estropajo de fibra natural, pero sin rascar el suelo. Una vez que hayas limpiado todo el suelo, acláralo con agua limpia y sécalo bien con un paño seco.
- Lija el suelo hidráulico con una lija de grano fino o medio, para eliminar las imperfecciones, los arañazos y la capa superficial que se haya podido deteriorar. Usa una lija adecuada para el tipo de suelo hidráulico que tengas, y lija el suelo con movimientos circulares y uniformes, sin presionar demasiado. Lija todo el suelo, sin dejar zonas sin lijar. Si el suelo está muy desgastado, puedes usar una lija de grano más grueso, pero ten cuidado de no dañar el suelo. Una vez que hayas lijado todo el suelo, limpia el polvo que se haya podido generar con un paño húmedo y sécalo bien con otro paño seco.
- Encera o aceita el suelo hidráulico con una cera natural o un aceite vegetal, para protegerlo, hidratarlo y abrillantarlo. Usa una cera o un aceite adecuado para el tipo de suelo hidráulico que tengas, y aplícalo con un paño de algodón o una gamuza, siguiendo el sentido de las baldosas. Extiende una capa fina y uniforme de cera o aceite por todo el suelo, sin dejar zonas sin cubrir. Deja que la cera o el aceite se seque durante unos minutos, y luego pule el suelo con otro paño limpio y seco, para eliminar el exceso y darle brillo. Si quieres, puedes aplicar una segunda capa de cera o aceite, para un mayor efecto.
Y ya está, así de fácil es pulir el suelo hidráulico a mano. Si sigues estos pasos, verás como tu suelo hidráulico recupera su aspecto limpio y brillante, sin gastar mucho dinero ni esfuerzo. Esperamos que este artículo te haya sido útil y que lo pongas en práctica.