Aprende a Pulir piso con una Amoladora

Una amoladora es una herramienta eléctrica que sirve para cortar, lijar, pulir o desbastar diferentes materiales, como metal, madera, piedra o cerámica. Una de las aplicaciones más comunes de una amoladora es pulir el piso, es decir, alisar y abrillantar la superficie del suelo, eliminando las imperfecciones, las manchas y los restos de suciedad.

Aprende a Pulir piso con una Amoladora

Elegir el tipo de amoladora y el disco adecuados

El primer paso para pulir el piso con una amoladora es elegir el tipo de amoladora y el disco adecuados para el trabajo. Existen dos tipos principales de amoladoras: las amoladoras angulares y las amoladoras de banco. Las amoladoras angulares son más pequeñas, portátiles y versátiles, y se usan para trabajos más ligeros y precisos. Las amoladoras de banco son más grandes, fijas y potentes, y se usan para trabajos más pesados y rápidos.

Para pulir el piso con una amoladora, lo más recomendable es usar una amoladora angular, ya que permite acceder mejor a los rincones y bordes del suelo, y controlar mejor la presión y el movimiento de la herramienta.

El disco es la parte de la amoladora que entra en contacto con el material a pulir, y determina el grado de desgaste y brillo que se obtiene. Existen diferentes tipos de discos, según el material, la forma y el tamaño. Para pulir el piso con una amoladora, lo más adecuado es usar un disco de diamante, ya que es el más resistente y duradero, y permite pulir todo tipo de superficies, como hormigón, mármol, granito o terrazo.

El disco de diamante se compone de una base metálica y una capa de diamantes sintéticos, que son los que realizan el corte y el pulido. El disco de diamante se clasifica según el tamaño de los diamantes, que se mide en granos.

  • Cuanto menor es el grano, mayor es el tamaño de los diamantes, y mayor es el desgaste que producen.
  • Cuanto mayor es el grano, menor es el tamaño de los diamantes, y mayor es el brillo que producen.

Para pulir el piso con una amoladora, se recomienda usar un disco de diamante de grano medio (entre 80 y 120), que permite eliminar las imperfecciones y alisar la superficie, sin dañarla ni rayarla. Si se quiere obtener un mayor brillo, se puede usar un disco de diamante de grano fino (entre 200 y 400), que permite abrillantar y pulir la superficie, dándole un aspecto más liso y uniforme.

Preparar el piso y la zona de trabajo

El segundo paso para pulir el piso con una amoladora es preparar el piso y la zona de trabajo, para evitar daños y accidentes. Para ello, se deben seguir las siguientes recomendaciones:

  • Limpiar el piso con una escoba o una aspiradora, para eliminar el polvo, la suciedad y los objetos sueltos que puedan interferir con el pulido.
  • Reparar las grietas, los agujeros y las irregularidades del piso con un producto adecuado, como masilla, cemento o resina, y dejar que se seque completamente antes de pulir.
  • Proteger los muebles, las paredes, las ventanas y las puertas con plástico, cinta o cartón, para evitar que se manchen o se dañen con el polvo o las chispas que se generan al pulir.
  • Ventilar la zona de trabajo, abriendo las ventanas o usando un ventilador, para evitar la acumulación de polvo y mejorar la respiración.
  • Usar el equipo de protección personal adecuado, como guantes, gafas, mascarilla, orejeras y ropa cómoda y ajustada, para evitar lesiones o irritaciones.

Pulir el suelo con la amoladora

El tercer paso para pulir el piso con una amoladora es pulir el piso con la amoladora, siguiendo unas pautas básicas. Para ello, se deben seguir los siguientes pasos:

  • Conectar la amoladora a una toma de corriente cercana y segura, y comprobar que funciona correctamente.
  • Colocar el disco de diamante en la amoladora, asegurándose de que está bien fijado y alineado, y de que gira libremente y sin vibraciones.
  • Encender la amoladora y esperar a que el disco alcance la velocidad máxima, antes de acercarlo al piso.
  • Pulir el piso con la amoladora, haciendo movimientos suaves y uniformes, sin presionar demasiado ni detenerse en un punto, para evitar marcas o quemaduras. Empezar por una esquina y avanzar hacia el centro, cubriendo toda la superficie del suelo, y repitiendo el proceso si es necesario, hasta obtener el nivel de desgaste y brillo deseado.
  • Apagar la amoladora y desconectarla de la toma de corriente, y dejar que el disco se enfríe antes de retirarlo o cambiarlo.

Limpiar el piso y aplicar el producto de acabado

El cuarto y último paso para pulir el piso con una amoladora es limpiar el piso y aplicar el producto de acabado, para mejorar el aspecto y la protección del suelo. Para ello, se deben seguir las siguientes indicaciones:

  • Limpiar el piso con una escoba o una aspiradora, para eliminar el polvo y los residuos que se hayan producido al pulir.
  • Limpiar el piso con un trapo húmedo o una fregona, para eliminar las manchas y los restos de suciedad que puedan quedar en el suelo.
  • Dejar que el piso se seque completamente, antes de aplicar el producto de acabado.
  • Aplicar el producto de acabado con una brocha, un rodillo o una esponja, siguiendo las instrucciones del fabricante, y distribuyéndolo de forma uniforme y sin dejar marcas. El producto de acabado puede ser un sellador, un barniz, una cera o un abrillantador, según el tipo de suelo y el efecto que se quiera conseguir. El producto de acabado sirve para proteger el suelo de la humedad, el desgaste y las manchas, y para realzar su color y su brillo.
  • Dejar que el producto de acabado se seque completamente, antes de pisar o colocar objetos sobre el suelo.
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